Alba del lirio
Perlado por el agua
Cáliz y velo.
Poesía y Poética
Alba del lirio
Perlado por el agua
Cáliz y velo.
Cuántas veces crucé los páramos que visitan hoy tus días
Altas llanuras y casa del Lobo de Hielo que mordía y quería
Llevarse mi rodilla a la cueva más oscura
Dejarme por los suelos y hundirme en la Tierra
Sin sujeción alguna disfrutar con mi herida
La que lenta cura o nunca
La que extiende su agonía antes del Alba que se atrasa
Un veneno lento trepando hacia el alma.
Entonces Tú, siempre Tú, ¿Cuántas veces Tú?
Estrella te alzaste benigna en mi ayuda
Ganando mi guerra
Mestizos de identidad divina y Crucificado.
Inmortal quien recuerda sus muertes
Y con su copa golpea en la mesa pidiendo más Vida.
Eterno es quien no nace ni muere
O quien sabe el nacer y el morir fantasmas del Silencio.
Tiñe el otoño el jardín
De bálsamos amarillos nutre
La hierba y el ojo agostado del ave
De mi alma bandera el aire
Que respiro benigno en el pulmón de Septiembre.
Añoro las rotas ternuras que triste negó el verano
Hoy bajo el lienzo gris
En la más pura tormenta
Bebe mi corazón las aguas, suspira los soles.
Tiento un hechizo de oro con la voz del equinocio
Una palabra de amor que nos limpie la memoria
En la que tú y yo, Eterna Niña
Abrimos la Senda
Del Canto Invisible que prende en la Alegría.
Sencillo como la luz generosa
Gota a gota horadando el olvido
Brota el suspiro
Se abre amplio en tu nombre
Y nace el Universo.
Agrega un verso a la noche
Infinito más uno
Nada cambia
Hielo azulado y labio eterno
Cristal que amanece en la luz.
Sereno el velo ladrador de la noche
Gruñido inconsciente que el miedo en ira contamina
Entonces descansa
Miedo de nuevo.
Un lobo cercano festeja con el ganado.
Respiro un drama antiguo
Me muevo por su gravedad
Acunando sus palabras en una cama de granito
Arrullando ladridos
Con el tañido de una lira ya desaparecida.